viernes, 19 de abril de 2013

Reflexión y conclusión final de la asignatura

A lo largo de este cuatrimestre, en la asignatura de orientación e interpretación tutorial, hemos podido aprender como debe ser un buen tutor, las características principales que debe poseer, la actitud que debe mantener ante los conflictos o problemas que se le puedan presentar en sus relaciones con el niño, la familia...

Creemos que es muy importante conocer todos estos conceptos para poder llevarlos a la práctica a la hora de realizar nuestra labor docente. También a parte de haber dado parte teórica, hemos podido llevar a cabo algunas sesiones prácticas: como la resolución de conflictos, la acción tutorial, la programación neurolingüística, la inteligencia emocional...

Hemos aprendido a dar pautas a los padres en los casos práctico-teóricos y a saber tratar con las familias, aspecto imprescindible que debe dominar un buen tutor.

Consideramos que esta asignatura es de las más importantes, ya que refleja la realidad a la que nos vamos a tener que enfrentar cuando comencemos nuestro camino en la labor educativa con los niños.

Además, el realizar este blog nos ha hecho ver y comparar, que la teoría muchas veces no tiene nada que ver con lo que pasa en el día a día en los centros. Sobre todo cuando cada una de nosotras nos hemos puesto a pensar en experiencias propias que habíamos vivido durante las prácticas en la escuela infantil y nos hemos dado cuenta lo difícil que era en muchas ocasiones poder resolver determinados conflictos, a pesar de saber y tener mucha teoría en nuestras manos. Por ello a la hora de realizar cada una de las entradas de nuestro blog, hemos ido uniendo nuestras experiencias reales y propias con cada uno de los temas que íbamos tratando.

Hemos reflexionado de esta manera y no de otra, porque es una forma de poder ver con ejemplos reales, como en función del contexto en el que nos encontremos o situaciones que se nos vayan presentando puede cambiar el punto de vista o la manera de resolver una determinada situación.

Como ya hemos nombrado anteriormente, en ocasiones la teoría no es eficaz a la hora de ponerla en práctica, pero sí que necesitamos las nociones básicas teóricas para poder orientarnos nosotras mismas como futuras maestras y sobre todo a las familias, para que así estas lleven a la práctica lo mismo que se desarrolla en la propia escuela.

Por eso como maestras, debemos de comprender y entender las diferentes situaciones que ocurren en la escuela o en el hogar de los niños, para así, poder ayudar a las familias orientadolas en las dudas o dificultades que puedan tener y conseguir una colaboración estrecha (familia-escuela). 

Por todo lo mencionado anteriormente, hemos llegado a darnos cuenta de la gran importancia de esta asignatura, ya que en el momento en el que debamos enfrentarnos a una clase, ya tenemos unos conocimientos básicos sobre como guiarnos y como tratar a los niños en cada caso, y sobre las distintas estrategias para ayudar a las familias.

Y aunque sabemos que aún nos quedan muchas cosas por aprender, esta asignatura nos ha ayudado a estar un poquito más cerca de lo que nosotras queremos lograr, que es ser unas buenas maestras el día de mañana.

viernes, 12 de abril de 2013

Caso práctico Juan de Benito


El caso del que vamos a hablar a continuación, trata sobre un niño llamado Juan.  Era su primer día de clase y su primer contacto con el colegio, y el niño no mostraba ningún entusiasmo por comenzar. Entro al aula enfadado pero sin llorar.

Una vez allí, su profesora llamaba Mariluz realizó juegos para que los niños comenzaran a relacionarse unos con otros, pero Juan no quiso participar en ellos, ni quiso dirigir la palabra a sus compañeros. Su profesora en un principio no quiso darle importancia, pero al ver que la actitud de Juan no cambiaba y no iba a mejor, decidió observarle más detenidamente.

Mientras que el resto de sus compañeros reían, jugaban y lo pasaban bien juntos, Juan se dedicaba a molestarles en sus juegos y a comportarse de forma violenta con ellos. Por todo esto, Juan no participaba en las tareas y juegos propuestos en clase, no hacía caso a su profesora Mariluz y no se relacionaba con ninguno de sus compañeros.

Para intentar solucionar el problema de la actitud de Juan, la profesora Mariluz intento acercarse a él y tratar de explicarle que su actitud no era positiva ni correcta, y que no podía tratar así al resto de sus compañeros. Pero a pesar del intento de Mariluz para que Juan cambiara su actitud, éste no pareció haberla escuchado y siguió con el mismo comportamiento.

Nosotras, bajo nuestro punto de vista, creemos que para mejorar el comportamiento de Juan y lograr que se relacione con sus compañeros, lo que se debe hacer es tratar de hacerle comprender que no puede hacer a los demás algo que a él no le gustaría, a través de algún tipo de juego. También sería conveniente hablar con su familia, para que nos cuenten si siempre se ha comportado así o si es por la situación… y que colaboraran si fuera posible, a la mejora del comportamiento de Juan, ya que si en las actividades que realicemos para ayudarle a cambiar su manera de tratar a los demás están sus padres, el niño se sentirá más seguro y querrá colaborar.

Caso práctico Luis y Manuel


El caso que vamos a tratar a continuación, hablan sobre dos niños Luis y Manuel.  Debido a la pelea que hubo en el recreo entre Luis  (ecuatoriano que ha llegado recientemente al centro) y Manuel (presenta la autoridad del grupo, además de estar bastante desarrollado para su edad). Su tutora Luisa, decidió intervenir para resolver dicho conflicto.

Está lo realizo de una forma un tanto peculiar y que no se suele realizar muy a menudo, ya que Luisa les hizo a Manuel y a Luis explicar delante del resto de compañeros lo que había pasado. Durante el debate que tenían los dos niños afectados, estos constantemente eran interrumpidos por otros compañeros para defender la postura de Manuel y criticar la de Luis.

Después, de tirarse un tiempo debatiendo lo que había pasado era imposible llegar a una conclusión de lo sucedido, ya que se veía claramente como todos los compañeros estaban a favor del comportamiento que había tenido Manuel y no se sabía por qué razón se enmascaran contra Luis. Por lo que la tutora al ver que los menores no sabían solucionar dicho problema, decidió intervenir y resolver dicha situación ella imponiendo un castigo a ambos.

Desde nuestra perspectiva creemos que una de las causas por las que Luis no tiene ningún tipo de apoyo por el resto de sus compañeros, es porque Manuel al presentar tanto nivel de autoridad respecto al grupo-clase es un factor que va a ser muy determinante para sus compañeros, a la hora de decidirse por uno de los dos. Además, de que Luis era un alumno nuevo y esto también va a influir.

Nosotras plantearíamos una serie de actividades para por un lado intentar integrar a Luis en la clase y por otro lado, hacerle ver a Manuel que nadie es más que nadie. Esto lo realizaríamos a través de dinámicas de grupo, actividades de cooperación, trabajando las diferentes habilidades sociales…

Respecto a como actuó la profesora, no nos ha parecido la mejor forma, ya que aunque es bueno que desde pequeños los alumnos aprendan a expresarse con libertad y a decir lo que piensan a los demás. Luisa debería de haber pensado y tenido en cuenta que Luis tenia las de perder por todo lo contado anteriormente, y que de esta forma lo único que conseguiría seria  darle de nuevo la victoria a Manuel. Cuando lo hay que hay que fomentar es totalmente todo lo contrario, que Manuel aprenda a ser uno más en clase y que no siempre va a ser él el que tenga razón o el líder.

Lo que tendría que haber hecho la tutora seria haber cogido a los dos niños implicados primero por separado, para que cada uno contará su versión sin estar condicionado por el otro y después, juntos haber hablado con ellos y entre los tres haber planteado una solución para enmendar dicho problema.



Reuniones de padres y maestros


Las reuniones son uno de los puntos clave en las escuelas infantiles, ya que es el momento en el que la familia y la escuela reciben y dan información.

Nuestra experiencia en las reuniones de padres ha sido escasa debido al poco tiempo que hemos estado en la escuela infantil, pero si que acudimos a una de estas.

Para convocar la reunión de padres, se puso un cartel en la puerta del propio aula, para que al entrar lo vieran y también se mando una circular por correo, citándoles a dicha reunión. Para saber las personas que iban a acudir, se les pidió a los familiares que confirmaran con antelación su participación en dicha reunión.

En la fase de preparación a la reunión, la tutora estaba algo nerviosa porque no sabía como iba a salir debido a que cada reunión es distinta como nos decía ella. Lo primero que hizo fue hacerse un guión sobre los distintos puntos a tratar como por ejemplo la fiesta de carnavales, el día en que los padres iban a acudir a la escuela y la participación de las familias en este tipo de eventos. También, contaba como iban las cosas en el aula y como sería el siguiente curso, ya que la reunión era la ultima que hacían este año.

Una vez que acabo el horario lectivo, las 15:30, se empezó a preparar el ambiente de la reunión, la colocación de las sillas, las mesas... , esta colocación era en forma de “U” con las sillas de los niños, para que así se vieran todos la cara y la tutora también pudiera observar los distintos gestos, además había una mesa en medio, ya que la escuela preparaba el café para que las familias se sintieran a gusto y por parte de las familias traían comida para que así fuera mas familiar.

Una vez colocado el espacio, empezó a llegar los familiares, unos puntuales otros mas tarde y con diferentes alimentos que se iban colocando en la mesa central.

La tutora se coloco en medio, y empezó a dar los buenos días y fue observando si todas las personas que habían aceptado acudir a la reunión estaban. Una vez que comenzó la reunión, los padres estaban muy atentos a todo lo que decía la tutora, esta empezó con la fiesta de carnaval, diciendo lo que se iba a realizar y pidiendo la colaboración de los padres para el éxito de la fiesta como cada año, y así fue tratando los distintos puntos que tenía en su guión.
Antes de finalizar la reunión, dio la palabra a los familiares que allí estaban, por si tenían alguna pregunta o duda. El tema que mas les preocupaba era el cambio de nivel en el siguiente curso, y como iban a afrontar ese cambio que suponía, si iban a tener a la misma tutora o que iba a suceder en el curso que viene.
La tutora respondió todas las preguntas que la habían formulado, con un tono positivo para así no preocupar a las familias.

Al finalizar la reunión, dio las gracias por haber acudido y si alguno de los familiares allí presentes, quería consultar de forma individual un tema en concreto se aparataban del grupo y se lo comentaba de manera individual. 

A parte de estas reuniones, también hay reuniones individuales (una al principio del curso y otra al final), estas son obligatorias para conocer a los alumnos y ver el trayecto desde el comienzo hasta el final. Luego, también existen reuniones voluntarias que las piden los padres o las tutoras para hablarles sobre un caso determinado que les pueda preocupar o no.
En mi caso, al estar en el aula de 1-2 años, estas reuniones eran a causa de malos hábitos o modificaciones que tenían que coordinarse tanto los padres como la escuela (control de esfínteres). También, cualquier duda que tuvieran, la tutora tenía un email, además de la entrada y salida de los niños en el aula para cambiar información.


En conclusión, una vez leído los distintos textos sobre las reuniones con los padres y ver nuestra experiencia en este ambiente, hemos llegado a la conclusión de que las reuniones con los padres es importante saber que es lo que le vas a contar y como se lo vas a trasmitir, el espacio donde se va a desarrollar la reunión que sea acogedor tanto para los familiares como para la tutora, que siempre se deje opinar sobre el tema que se esta tratando y los problemas que puedan tener para mejorarlos, y uno de los aspectos que nos trasmitió la tutora fue que estuviéramos tranquilas a la hora de la reunión, ya que si los padres saben que dominas el tema y que les das soluciones ante algún problema que pueda surgir, van mas tranquilos a las reuniones.




La buena escuela no asfixia la creatividad

En el cuatrimestre pasado ya pudimos ver y trabajar el concepto de creatividad en la escuela.
Una vez leído el artículo y haber visto vídeos sobre el tema de que la escuela mata la creatividad (Ken Robinson) hemos llegado a la conclusión de que tiene razón, de alguna manera la escuela nos prepara a todos para ser iguales, para que cuando llegue la hora de enfrentarnos al mundo solo, vayamos todos por el mismo camino, que no destaquemos, que no llamemos la atención...

Pero, a parte de la escuela, también la sociedad en la que vivimos y sobre todo los tiempos de crisis tan duros que estamos pasando, están dejando en un segundo plano la educación y sobre todo la creatividad, y no nos damos cuenta de que la creatividad es la mejor forma de buscar solución a los problemas.

A modo de experiencia personal, nosotras venimos de un sistema educativo en el que llegabas a clase te sentabas, escuchabas al profesor y no te podías mover hasta que llegaba la hora de irnos a casa, podías expresar tu opinión en los temas a tratar si, pero todo tenían que ser como venía en los libros, todo como lo marcaba el profesor y no te podías saltar esos límites por que desobedecías la normas y eso no estaba bien.

Pensamos también que para promover la creatividad y no destruirla, los propios maestros deben fomentarla, ellos mismos tienen que tener la capacidad creativa para poder trasmitírsela a sus alumnos.

Vídeo del conferenciante Ken Robinson "Las escuelas matan la creatividad"

 

De este vídeo de "Redes" destacamos una frase de Ken Robinson "La creatividad se aprende igual que se aprende a leer".



Todos los seres humanos nacemos con creatividad, cada uno de diferente forma, pero todos la tenemos, hay que saber encontrarla y desarrollarla. Un elemento muy importante para desarrollar la creatividad según Ken Robinson, es la pasión; escoger aquello que te motiva y desarrollarlo, fomentarlo y trabajarlo con pasión.

Otro tema importante a la hora de desarrollar la creatividad es la ayuda y la comprensión de los padres, creemos que sin ese pequeño empujón que lo padres dan a sus hijos a que desarrollen y trabajen aquello que les gusta, muchos niños no habría podido desarrollar su creatividad.






viernes, 5 de abril de 2013

Resolución de conflictos


Una maestra debe conocer y aplicar la resolución de conflictos en el aula en el que esté trabajando desde un principio para así mantener un buen clima de confianza y seguridad en los niños.

En el aula hay determinados espacios o materiales que potencian los conflictos como pueden ser determinados juguetes o lugares donde los niños compartan espacio. Por eso, la maestra debe ser autoritaria cuando se resuelva el conflicto y ser coherente con lo que dice y hace.

Desde nuestra experiencia, hemos podido comprobar y observar cómo se resuelven determinados conflictos que suceden en la escuela.

Uno de los conflictos que suelen suceder a menudo, es el compartimiento de juguetes. Para ello, las educadoras observan cual es el conflicto y deja a los niños que intenten solucionarlo por ellos mismos. En el caso de que no se arreglase el problema intervendría la educadora. Lo primero que hace es preguntar qué ha sucedido y con lo que ella ha estado observando, pone la solución más adecuada.


Uno de los casos que más nos ha llamado la atención, en nuestro periodo de prácticas, fue un niño que en su casa no tenía ninguna norma de conducta, entonces al llegar a la escuela hacía realmente lo que le apetecía. Al principio observamos que podía ser por la entrada a la escuela y al nuevo entorno donde se encontraba, pero al paso del tiempo, nos dimos cuenta de que en su casa (sobre todo los fines de semana) no existían las normas para este niño, ya que durante su estancia en la escuela durante toda la semana, exceptuando los lunes, se comportaba correctamente.

Para resolver este conflicto, decidimos hablar con los padres para comprobar si lo que observamos en la clase era verdad. Cuando hablamos con ellos, no se mostraron muy colaboradores con nosotras y por ello, decidimos que pasaran al aula un lunes y vieran la actitud de su hijo. Al verlo, los padres reaccionaron y nos afirmaron que era verdad, que en su casa no le ponían límites, lo que hacía que el niño se subiera a la mesa, diera patadas a los distintos muebles y juguetes que había por la clase, pegara a sus compañeros…

Por eso, para la resolución de este conflicto dentro del aula, necesitábamos la colaboración urgente de la familia. Aunque anteriormente en el aula, ya se le había puesto diversos castigos para intentar mejorar su conducta. Al final, el niño fue adquiriendo las normas tanto en casa como en el aula.

Este tipo violencia era directo en sus propios compañeros del aula y material que la conformaban, pero detrás de esta violencia existía un mal habito de comportamiento producido por la familia.


Otro de los casos, era una niña que nunca se dormía la siesta, pero además molestaba a sus compañeros. Durante los primeros días de curso, la educadora se sentaba con ella para que se pudiera dormir, pero no se solucionó el problema. El siguiente  paso fue intentar negociar con ella, que si se dormía la siesta, luego podría salir a jugar al patio pero tampoco dio resultado. Lo que llevó a las educadoras a hablar con los padres de la niña, los cuales no mostraban ningún interés por lo que le comentaban, ya que no existían reglas de comportamiento ni para la niña, ni para la familia.

Esto las llevó a intentar solucionar el conflicto por ellas mismas, por lo tanto  pidió  ayuda al resto de educadoras a ver si ellas podían resolverlo. Esto consistió en ir llevando a la niña a las distintitas clases con diferentes educadoras, para comprobar si el cambio de espacio resultaba favorable, pero tras el paso de semanas no dio resultado. Ante estas situaciones la educadora, decidió apartar a la niña a otra aula para ver si estando ella sola, sin distracciones conseguían solucionarlo, y la verdad es que con esfuerzo consiguió que la niña se durmiera y cuando esta se dio cuenta de lo que pasaba, la volvimos a llevar al aula con el resto de sus compañeros.

A parte de este conflicto esta niña presentaba otros más que venían asociados de la familia como era la impuntualidad, no saber compartir, no traer el material… a lo que poco a poco se  puso solución a los diversos problemas durante todo el curso escolar.